lunes, 20 de julio de 2009

Sexo vs. Hacer el amor...


Carolina Delgado envió un mensaje a los miembros de
SEX & MARTINI NIGHTS.
Asunto: Sexo vs. Hacer el amor ...


Para quienes no tuvieron oportunidad de leerlo aún ...

...............................................Sexo vs. Hacer el amor...

No siempre amamos a quien deseamos, ni deseamos a quien amamos. Y esto a veces crea un cierto mal de consciencia. Pero, ¿acaso no se puede disfrutar de la sexualidad sin que haya un compromiso de por medio? Las opiniones son muchas, y tan diferentes, pero la opción ha de ser tuya.

La problemática del sexo, como fuerza irrefrenable, ha pasado del más severo de los controles a la más bella de las satisfacciones. Muchas veces el camino hacia el sexo es lo más parecido a una carrera de obstáculos, pero esta vez, morales. Y es que a veces parece que el amor da al sexo una especie de cubierta ética que hace que la vida sexual pueda vivirse sin culpas. Esa moralidad está constituida por un conjunto de normas que nos dicta lo que está bien hacer y lo que está mal.

"Definitivamente está mal tomar al otro como objeto sexual", nos dictan las convenciones culturales y sociales. Pero llegado el momento de la intimidad ¿quién podría afirmar si es sujeto u objeto de deseo? ¿No se es, acaso, las dos cosas al mismo tiempo?

Según el Lic. Ezequiel López Peralta (Psicólogo – Sexólogo), desde el punto de vista médico, las reacciones fisiológicas que se producen en un acto sexual son similares cuando "se tiene sexo" como cuando "se hace el amor". Las hormonas y neurotransmisores que se liberan, la mayor circulación sanguínea y otros beneficios se producen en ambos casos.

Lo que de acuerdo a varios testimonios varía es la experiencia subjetiva, tanto en el "durante" como en el "después".

El sexo sin amor es vivido, en general, como una situación de placer agradable pero que afectivamente no es relevante. La relación con el otro es más en términos de un objeto de placer, y es bastante común la necesidad de separación física luego del orgasmo (que en todo caso indicaría el final del encuentro sexual).

El sexo con amor suele ser experimentado de manera diferente. El otro es además de objeto de deseo objeto de amor, el dar y recibir placer suelen estar más equilibrados y luego del orgasmo la pareja se ve unida no tanto por la excitación sino por el afecto mutuo.

La gratificación psicológica que se consigue en uno u otro tipo de relación no es la misma (lo que no quiere decir que alguna de las dos sea mejor o peor), y cada persona define qué es lo que le genera el sexo con amor y el sexo sin amor.

Algunas opiniones al respecto:

- Aunque muchos creen que es lo mismo, la realidad es que no. Cuando se tiene sexo sólo te importa tu placer, en cambio cuando se hace el amor te importa el del otro también.

- Hacer el amor vs. tener sexo: “hacer” significa construir, “tener” quiere decir poseer.

- El sexo por sí mismo permite aflorar las fantasías, sin importar lo que al otro le parezca. En cambio, cuando el corazón es protagonista del acto sexual, la opinión del otro importa, y mucho, y quizás lo que se tiene en mente queda relegado por un tiempo, hasta que la libertad de la pareja lo permita.

- La diferencia entre hacer el amor y tener sexo reside en el interior de cada uno.

- Hay quienes opinan que en ambos casos siempre hay un momento que es sólo sexo. Sin embargo, se olvidan que en cada cosa que se hace puede haber o no sentimientos, y que cuando el placer se comparte se duplica y deja de ser sólo sexo.

- Cada vez que la rutina nos gana, se tiene sexo. Cada vez que no sentimos el placer de acariciar y ser acariciados, se tiene sexo. Cada vez que no deseamos, se tiene sexo. Cada vez que lo único que importa es nuestro propio y exclusivo placer, se tiene sexo.

- Hacer el amor tiene que ver con una conexión, una necesidad, un disfrute y un deseo “con el otro” que abarca mucho más que el encuentro sexual.

- Hacer el amor es cuando el diálogo va a la par del sentimiento y la confianza, cuando dejamos de ser el único protagonista.

- Hacer el amor es cuando jugamos, fantaseamos, proyectamos y reímos con el otro. Cuando nos damos el permiso de romper los tabúes y nos sentimos cómodos. Cuando ponemos en palabras y gestos lo mucho que nos importa el otro.

- Cuando se produce un encuentro con un desconocido lo previsible queda absolutamente de lado, nada sabemos de ese otro: sólo que nos resulta atractivo y nos provoca ese "extraño cosquilleo". Por eso tenemos sexo.

- El sexo sin amor de por medio, te sirve y es de suma utilidad en algunos momentos en que no quieres saber de compromisos o líos.

- El sexo, al ser sólo placer, lo intensifica todo y te sube la autoestima.

- Algunas personas no admiten sexo sin amor, y si de alguna manera se aproxima lo rechazan.

- Combinar sexo con amor es una mera construcción cultural y no una práctica universal.

- Hay personas que tienen miedo a las emociones y eluden las situaciones o las relaciones que pueden hacerlas sentir víctimas de la necesidad de poseer o ser poseídas; sienten pérdida de autonomía.

- Algunas personas piensan que necesitan afecto y conexión emocional, consideran el sexo ocasional peligroso y no demasiado divertido

- Con qué plenitud y fuerza queda uno después de hacer el amor y qué vacío después de tener sólo sexo.


Fuente: Facebook/sexologia

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