domingo, 9 de mayo de 2010

LAS HUELLAS DEL DESAMOR



LAS HUELLAS DEL DESAMOR, NO TE DEJARAN VIVIR
Cuantos años has dejado atrás, sin sentido, tan solo riéndote y buscando una razón para seguir riendo, para gozar una noche mas, para bailar hasta el amanecer, pero nada mas, casi como una novedosa revista semanal, que tiene sus notas curiosas, pero que muy rápido pasa de ser noticia, asi fueron tus años de eterna diversión, alquilando un amor, un hostal, un viaje, o quizás un trabajo eventual, pero siempre con un amante de turno.

Cuantos años se te quedaron recorriendo las carreteras, durmiendo suspendida por las llantas, haciendo y deshaciendo maletas del engaño, de la farsa o de la fantasía, queriendo aparentar felicidad, donde solo tenias soledad, protegiéndote por la distancia entre la verdad y la mentira, creando fiestas, acaso amigos y mil situaciones pero solo en tu mente de fantasías y cada vez con mas fuerza tus falacias, tus sueños inverosímiles de ególatra y de candida mujer.

Ya te pasaron los años por delante, una y otra vez, surcando cada vez mas profunda la huella del desamor, de la viveza inconsistente, de la alegría comprada, de las risas inacabables, de los amigos que se van, y de otros que regresan, peor o mejor que tu, pero luego se van. Asi te envolvieron los años, aunque nunca es tarde, pero ya son muchos kilómetros trajinados, las mucosas están gastadas y los males empiezan a aparecer, la factura del jolgorio, la parranda y la gula, es gruesa, y pronto tendrás que ir pagándola.

Ya solo te quedan los amigos que no te conocen realmente, o los que si y que a veces igual que tu mintieron por una noche de copas, de amoríos baratos, de viajes de placer efímero, o de horas de música y alcohol.
Jugar sentimentalmente fue tu constante, tu riesgo y tu alegría, esa alegría tan volátil como el sol del invierno, nunca duradera, menos constante, solo eran pocas horas en medio de tu gran incertidumbre, pero al parecer tus errores no te sirvieron para aprender, solo para llorar por épocas y luego de cicatrizadas las heridas, otra vez lo volviste a hacer.

Ya no te queda amor, lo quemaste de trecho en trecho, lo consumiste como los cigarros que fumabas, asi como el tiempo que no te alcanzaba, asi como el agua que se te escurría entre los dedos, se te fue y no sabes donde lo perdiste, solo se fue para no volver.
Estas son las huellas del desamor, tan hondas como un pozo virgen, tan grandes como tus mentiras, tan tristes como el deshonor, ya no te queda Amor.


PABLO JOSE CASTRO VILLAIZAN
CONSULTOR EN SEXUALIDAD

No hay comentarios:

Publicar un comentario