viernes, 7 de mayo de 2010

LOS ACTOS SEXUALES DE LA MADUREZ SON REALES



LOS ACTOS SEXUALES DURANTE LA MADUREZ O EN LA VEJEZ

He leído con mucho detenimiento y curiosidad a la vez, cada una de los artículos que he encontrado en diarios, revistas y foros diversos, expuestos y escritos por psicólogos, psicoterapeutas, ginecólogos, “sexólogos” nacionales y especialistas internacionales sobre la “Sexualidad en la Madurez” , y nunca encontré en sus descripciones un componente erótico y sensual que lo eleve a la categoría de un acto sexual placentero, gozoso, y de elevado nivel de libido, que demuestre que durante la madurez, también existe deseo carnal y una experiencia sexual que dimensiona ese acto, entre personas de mas de 66 años, (Solo como referencia el doble de la edad alcanzada por Jesucristo).

Casi siempre al referirse a la vida sexual de los abuelos o padres en la actualidad (2010), lo enmascaran como un acto de mucho amor, cariño, y de una dulzura propia de la vejez, o que tan solo son caricias amatorias muy dulces y románticas. Pero imaginarse que dos abuelos puedan estar totalmente desnudos en su cama repitiendo los innumerables coitos que desarrollaron en las décadas pasadas, es casi como proferir una blasfemia.

Mentira, no existe exceso al describir lo importante que resulta para dos personas mayores o muy mayores un verdadero, desinhibido y exitoso acto sexual, porque las ganas de vivir también contempla el alcanzar el placer sexual.

Existen innumerables razones para oponerse a este punto de vista, como son la salud, la vitalidad, la disfunción eréctil, la falta de lubricación vaginal, las tareas domésticas, el cansancio nocturno, la disminución del libido, y otros más, pero nada de ello quita que dos personas que han tenido una vida sexual activa, de pronto ya no tengan mas “gasolina” para recorrerla y solo tengan que contentarse con los besitos amorosos y lastimeros, si pueden continuar sintiendo el placer de unirse en cópulas, no tan eufóricas, ni orgásmicas, pero si con gozo mutuo y con una dedicación por elevar su libido en función al interés reciproco por la pareja.

Todas las razones que sirven de pretexto para “demostrar” que dos “viejitos” no tienen “sexo” o “coitos” son superables, si y solo si, ambos han desarrollado un nivel de confianza sexual y comunicación en los años ya transcurridos. Si los fracasos sexuales juveniles o adultos son por no tener un mínimo de conocimiento sexual propio y de la pareja, con mucha mayor razón se dan en personas de la tercera edad que tampoco pudieron aprender y conocer de su sexualidad mas las técnicas amatorias placenteras, por que el tema sexo era un tabú, y explayarse sobre él, los tipificaba como un adicto o enfermo sexual.

Por lo tanto no se puede seguir subestimando, ni ninguneando la potencial vida sexual de los maduros o muy maduros, y de quienes en su vida sexual supieron sobrevivir a las crisis o problemas mayúsculos.
El buen amante sea hombre o mujer no “cuelga los chimpunes” porque llegaron a una edad, a la que los demás creen ya es suficiente actividad sexual.
No se termina a equis edad, solo ocurre ésta cuando un impedimento físico lo prohíbe, o una enfermedad que lo postra sin mayor movilidad. También existen innumerables testimonios de parejas de avanzada edad que cuidad su deseo sexual como “a la llama de una vela” para que esta no se apague.

Mis mayores respetos a quienes con cabezas totalmente canas y movimientos lentos y cautelosos aun gozan de sus deseos sexuales.


PABLO JOSE CASTRO VILLAIZAN
CONSULTOR EN SEXUALIDAD

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